Tal vez, ningún poeta en Latinoamérica haya sido tan musicalizado como el poeta Nacional de Cuba Nicolás Guillén (Camaguey 10 de julio 1902-La Habana, 16 de julio de 1989).
Songoro Cosongo, Mulata, Tu no sabe inglé, Negro Bembón, La Muralla… han sido llevados a la partitura por más de 100 compositores cubanos y extranjeros, de varias generaciones entre los que se cuentan figuras de la canción tan prestigiosas como la española Ana Belén e Ignacio Villa (Bola de Nieve).
En su primer poemario Motivos de Son- publicado en 1930 en un suplemento dominical del Diario de la Marina-, pintó la vida del negro, víctima de la segregación racial.
Las repeticiones de los estribillos, y la rima aguda en sus poemas logran reproducir el sonido del tambor, de la rumba en el solar.
Un ejemplo es “Mulata”
Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.
Y fíjate bien que tú
no ere tan adelantá,
poqque tu boca é bien grande,
y tu pasa, colorá.
Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.
Si tú supiera, mulata,
la veddá:
que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa ná!
En una entrevista concedida en 1930 a la publicación La Semana explicó sobre Motivos de Son
He tratado de incorporar a la literatura cubana –no como un simple motivo musical, sino como un elemento de verdadera poesía- lo que pudiera llamarse el poema-son, basado en la técnica de esta clase de baile, tan popular en nuestro país.
Mis poemas-sones me sirven además para reivindicar lo único que nos va quedando que sea verdaderamente nuestro, sacándolo a la luz y utilizándolo como un elemento poético de fuerza. Ellos acaso me permitan hacer en Cuba poesía negra...
En Sóngoro Cosongo; poemas mulatos, publicado en 1931, perfila su estilo musical de su poesía, que también está presente en West Indies LTD, una obra más madura que constituye una crítica a la situación política, a las desigualdades sociales y económicas existentes en la Isla.
Otros poemarios de Gullén fueron mi Son Entero. También fue un cultivador de la elegía, la más famosa la dedicó al líder revolucionario Jesús Menéndez, asesinado en 1948.
“(...) ¿Quien vio caer a Jesús? Nadie lo viera, ni aún su asesino. Quedó en pie, rodeado de cañas insurrectas, de cañas coléricas. Y ahora grita, resuena, no se detiene. Marcha por un camino sin término...”
Acabo de descubrirte Julliet.
ResponderEliminarMe gustó la temática de tu blog, y si, creo que lo importante es asumirnos tal cual somos y sentirnos orgullosos y orgullosas de poder apreciar, sentir y vivir la vida con toda nuestra corporalidad. Es la única manera de superar el miedo de "los otros" a hacer lo mismo...