domingo, 30 de noviembre de 2008

La Salsa


¿Qué cubano no disfruta al bailar la salsa?, un género musical tan mezclado y sabroso como el Caribe mismo. Sobre su orígen hay un gran debate, qué si es de Cuba, qué si nació en Puerto Rico, pero lo cierto es que hace mover los pies "al más pinto de la paloma".

Cubanos bailan salsa en una rueda de casino.
Foto Revista Bohemia

Los instrumentos que aportan su característica sonoridad son el bongó( dos pequeños tambores unidos uno al otro, cuyo orígen se encuentra en los tambores africanos), los timbales, uno de los instrumentos claves que consisten en dos cajas de metal, dos tambores unidos entre sí y montados en un pie, la paila, las maracas- dos cáscaras duras rellenas de semillas con mango-, el güiro cuyo nombre proviene del árbol güira, de la cual se toma una rama se ahueca, se les forman estrías a un lado y se hacen sonar con una baqueta; en la actualidad también se construyen de metal, y las tumbadoras, de las cuales existen tres tipos quinto, conga y tumbadora, la primera más fina y aguda que se usa para improvisar, de la segunda pueden sacarse dos tonos agudo y grave y la última, se caracteriza por se más ancha y tener un sonido grave.
A esos instrumentos se suman los trombones, algunas orquestas como Los Van Van incluyen el bajo y la guitarra eléctrica.
A diferencia de otros países de la región en Cuba la sonoridad de la salsa puede calificarse como más agresiva, trepidante, y recibe el nombre de Timba. Aquí los bailadores ponen en función del baile casi todas las partes del cuerpo, principalmente los pies, caderas, cintura y los hombros.
La música se baila en pareja y en un momento se separan y comienzan a mover de forma convulsa la cintura, la mujer da la espalda al hombre y se menea en imitación del acto sexual.
Después vuelven a juntarse e improvisan complicadas vueltas, en ocasiones a una pareja se unen otras y se forma de forma espontánea una gran rueda de casino que puede abarcar casi un salón.
"Enchúfala (a la mujer), el yogurt, dame una (cambio de pareja), dame dos (otro cambio)...!, son algunas de las orientaciones que da el líder de la rueda.
En los últimos años, la población más jóven entre 12 y 25 años, siente mayor atracción por el reguetón una música que ha opacado a la salsa en las fiestas, hacen movimientos repetitivos, al ritmo de una música repetitiva, claro son otros tiempos, pero se pierden el placer de bailar una buena rueda de casino, al son de los Van Van, Adalberto, Paulito FG, y otros músicos de aquí.

1 comentario:

Jorge dijo...

No solo el cubano... ¡qué persona con sangre en las venas se resiste a la salsa! En este último viaje a tu isla... qué placer ver a los amigos bailando, haciendo su particular rueda en el salón de la casa donde celebrábamos el cumpleaños, entre el ron y la posterior descarga. Los pies se mueven solos, algo se acelera. Sin embargo, yo, triste catalán, sin oído musical, perpetra más que baila pese a dos años de clase y la obsesión de un amigo de allá por hacerme bailar. Pero el placer de disfrutar de la música, de los sonidos, de los Van Van (¡grandes!), eso no me lo quita nadie.

Y, la verdad, no importa dónde nació. Lo importante es que está aquí.